M.G


Los días pasan como pasan muchas cosas en la vida. Vivimos por inercia, como un reloj. Te preguntas si eres buena hija, si eres buena amiga, te preguntas si a veces eres demasiado fría con los que te quieren y se preocupan por ti. Te preguntas si eres buena en algo o si tienes talento para algo. Ese preciso instante que el reloj, que ya quieres cambiar hace tiempo, se detiene y te da miedo a no encontrar la respuesta. Luego tomaste dos Clonazepan para dormir y no despertar en 3 días. Te cuestionas tu talento para redactar, para ser una buena escritora. Ambas cosas te resultan cada día más lejanas y perdidas. Prendes la computadora, rozas las teclas con tus dedos mientras una hoja en blanco espera mucho de ti. No sabes con que palabra comenzar y dices, bueno, escribe algo original. Buscas ideas, tomas el libro que dejaste sobre la mesa de noche, pero no se te ocurre nada, y terminas escribiendo sobre tu vida, no porque sea interesante, sino porque es lo más fácil. Sabes que a eso no puedes llamarle talento. Ni aquí ni en Paris, pero tienes un blog desde el 2009. En las épocas de Hemingway y la pareja escritora Fitzgerald me hubieran considerado un fracaso, yo, alguien a quien quizá deberían haber mandado al hospital psiquiátrico Highland de Carolina del Norte para morir incendiada, en vez de Zelda Fitzgerald. Bueno, tal vez no tanto, pero crees que una escritora como Gertrude Stein, o Julio Cortazar,  si se burlarían achinando los ojos. También te polemizas tu amabilidad, cuando lo que te nace y te hace sentir cómoda es estar en silencio, sin hablar con nadie. Y cuando hay alguien frente a ti no sabes si mirar, escuchar o hacer ese gesto de "no me importa de lo que estés hablando" y sonríes. Te preguntas si hay alguien que piensa igual a ti, y hace las mismas cosas que tú. Te gustaría debatir sobre cine, arte y sobretodo personajes que se te vienen a la mente sin poder escribir todo a la vez porque sigues mirando una hoja en blanco que espera mucho de ti.

La historia que logré escribir se trata de una niña de 14 años que conocí en internet. Ambas teníamos una sola en común. La salvé o creo que ella me salvó más a mi... {...


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