Se escribe para llenar vacíos, para tomarse desquites contra la realidad, contra las circunstancias.
Mario Vargas LLosa

Perdón

Apoyé mi mejilla en el piso y sentí ese frío que hace sentir vivo a uno
y al mismo tiempo poderoso.
La sangre en mi cabeza circula por el resto de mi cuerpo,
y el sonido de los carros en la calle me adormecen.
Sin más preámbulos, me pasé la línea del límite
y por tercera vez, me pediré perdón.

Cuando

Cuando las fuerzas se me acaban cierro los ojos y me imagino perfecta,
Cuando ya no puedo respirar mi corazón se detiene y me acuerdo de ti,
Cuando cierro los ojos, poco a poco me alejo, sin embargo, aún sigues aquí.

Ojos que no ven, corazón que no siente.

Miraflores

Caminando a mi casa me tropecé con un metal o algo parecido a una cruz
será que los santos y divinidades están confabulando en mi contra
o sólo es una pesadilla como cualquier otra
y de pronto, se hizo la luz.

Clari IV

Clarita volvió y su nostalgia sigue ahí, puesta en la mesa como si lo pasado no ha pasado, y el presente sigue ausente. Después de su segunda muerta lenta y su recuperación exitosa aunque un poco distorsionada, no puede lidiar con tanto peso y ardor en su mente.
Después de una hora, Clarita mira el reloj y marcan las once. Clarita toma una vez más la pastilla y vuelve a ser la misma de antes y después, aunque ahora nada ni nadie la va a parar, hasta conseguir su tercera muerte lenta.

Hola Otoño

Es sábado de otoño en Lima, y no parece. Una ciudad tan bipolar como de costumbre, abro la ventana y rayos secos de sol golpean mi cara como látigos del siglo 18. La preocupación me mata, tengo que estudiar, la ansiedad de aceptarlo perturba mi alma. Tengo muchas hojas en blanco por escribir, hojas que esperan mucho de mí, hojas en blanco vacías e infinitas, si tan solo pudiera...
quisiera escribir, un sábado de otoño en Lima gris.

La farmacia

-Doctor, tengo partido el corazón
-No tengo remedio para el desamor...

He decidido cambiar

Para eso si soy buena, me he vuelto experta
pero para lo otro soy tan mala, que ni tu te la crees;
me he cansado de esta rutina, que más parece un círculo, una analogía, un tic tac toc
para mi cumpleaños pedí una alma nueva, porque el que tenía lo he perdido hace mucho tiempo.

Perdón por lastimarte, pero he decidido cambiar
todo esto es una confusión total, de guerras constantes, amores fatales;
Dejaré atrás las palabras sin sentido, los sentimientos heridos,
los dejavús y el karma;
Niña de cabello largo rojizo, has vuelto...
Tan Rosa, tan Blanca, tan tierna como eras.
¿Recuerdas cuando querías volar como las hadas?
o cuando querías ser como una princesa como en los cuentos de hadas.

Tan mala, que tu ironía y sarcasmo huían despavoridos;
no trates de burlar a los ladrones y asesinos, ni a aquellos hombres que de buenos lo tienen perdido.

He decidido cambiar, no por tí, no por mí;
He decidido cambiar por ambos, aunque ya todo sea en

Love cigarettes

Un cigarro en el taxi
Dos cigarros en la universidad
Tres cigarros en mi sofá
Cuatro cigarros en reunión social
Cinco cigarros para la ansiedad
Seis cigarros para no llorar
Siete cigarros de mi abuela
Ocho cigarros apagados
Nueve cigarros me quedan
Diez cigarros para ti
Deja de fumar, eres una chimenea.

Good night

Las estrellas ya se esconden
la luna también, y a medianoche
es domingo en mi cama
una minuto más, una hora más
y voy a dormir sola, otra vez.

Game over

-Juguemos a ser novios.
-¿Cómo se juega?
-El que se enamora primero, pierde.

Clari III

Clarita se encontró una margarita, Clarita deshojó la margarita, Clarita se quedó con la que decía "no me quiere".

Redundancy

Camina, corre, vuela, camina, corre, vuela, camina, corre, vuela, camina, corre, vuela.
Nace, crece y muere, una y otra vez.

Clara

Hola, qué tal, mi nombre es Clara
me dicen Clarita, porque soy chiquita y muy delgada.
Hola, qué tal, en verdad mi nombre no es Clara
es mentira, es mi seudónimo, me caes bien.
¿Quieres ser mi amiga para siempre?

Primera vez

Como niños jugábamos a jugar. Recuerdo que fueron dos copas de vino tinto y nada más. Y el silencio encontró el mejor momento para poder mirarte sin temblar. Las mariposas en mi estómago estaban siendo asesinadas por el sabor etílico de tu saliva.

La adrenalina corría por mis venas, el éxtasis de tus manos sobre mi cuerpo que bordeaban mi cintura y llegaba hasta mis senos. Y sin previo aviso, me penetraste y pude ver mas allá de las estrellas.