Día 5

Ver tu cara en tiempo real es como mi medicina, mi Humorap, mi Rivotril, mi Ritalin.
Mi droga, mi Clonzepan y mi Valium.
Todas mis dudas desaparecen y mi seguridad aumenta como relieve.
Mi bipolaridad no me asusta.
Mentiría si digo que estoy viviendo en tiempo real o soy yo en otro plano.

Mi imaginación me sube a un taxi y me lleva a no sé dónde, me lleva al encuentro con alguien que no sé. Me encuentro en un lugar que nunca he visto, como si estuviera en otra ciudad... Me gustaría preguntar al señor del taxi, pero me intimido y derrepente en la radio suena Green Eyes de Coldplay y me acuerdo de tus green eyes. Y mi cabeza retumba como un taladro y me imagino situaciones contigo, caminando por avenidas y calles nunca antes conocidas. Abrí los ojos y miré por la ventana del taxi, pero no logré reconocer mi ubicación actual. 
¿Será un secuestrador?¿Es un sueño? ¿Una pesadilla? Me sentía dopada, no sentía mis párpados ni mis piernas. Mi pelo corto y despeinada. Mi cuerpo diferente con un vestido azul marino.  Lo más raro es que tenía un reloj en la muñeca y yo que nunca tuve el tiempo en mis manos. 

- Señorita, ¿está bien si la dejo acá?
- Si si, supongo.

Lo que vino después fue pensar que me bajé de un taxi sin pagar. No entiendia ni un carajo y obviamente pensé que estaba soñando. Dije que iba a disfrutar el momento hasta que mi despertador suene. Pero seguía caminando sin rumbo fijo. Cada paisaje era más hermoso. Podía sentir la brisa de los árboles y el olor del pasto. 
Ver a los niños jugar y corriendo de un lado a otro, ancianos sentados leyendo algún libro. Y yo estaba ahí sola, arreglada y caminando como siempre en todos mis sueños.
Seguía caminando como si supiera mi destino, como si nada ya me importara, como si el pasado estaría de vuelta por mí, como en la salida de un psiquiatra y después de una sobredosis de tranquilizantes y somníferos. Me desconocía por completo, no era yo simplemente, me sentía menos niña, menos voluble, menos sensible.  Me sentía una mujer. No sabía si este camino sin fin me cansará. Lo único que sabía es que me bajé de un taxi sin pagar y alguien me esperaba en algún lugar que no sé.

Día 4

¿Alguna vez les ha pasado que están en un lugar y al mismo tiempo no están?
Ella es un ser de otro planeta. De otra dimensión. Y es un secreto.
Estaba sentada mirando al televisor mientras una mujer hablaba sin parar.
Tiene que hablar con su psico analista todos los días. Le cuenta lo que ve.
Liberación.
Es un don, le dijo.
Salió y caminó sin rumbo fijo, ella era así, distraída y casual. 
Tenía un libro en la mano a mitad de terminar.
Llegó a un parque y se tumbó en el grass.
No se acuerda cuando tiempo pasó, quizás 1 o 2.
Alguien se paró frente a ella tapando el sol.
Su rostro radiante le pareció familiar, como un dejavu. 
Era una mujer adulta no sé, sólo era muy hermosa y cálida. No tardaron en entrar en confianza e iniciaron un tema de conversación.

No sabia cuánto tiempo había pasado. Hablaron de amor, de la generación actual, de tecnología, de ciudades remotas y maravillas del mundo. Tenían algo en común: Francia, París, Torre Eifel. Ambas sentían que habían encontrado a su alma gemela, como una mejor amiga, aunque la diferencia de edades era notoria.
Antes de que cada una tomara su propio rumbo, la mujer le dijo:
"Creo que el amor está en todos lados, en lo que hacemos, en la familia, en los amigos y amigas. El amor en el amor de tu vida, en la pasión de cómo hacemos las cosas. El amor es paciencia, tiempo y tolerancia. Nunca pierdas la esencia de demostrarle a alguien que es importante en tu vida. Nunca dejar las cosas atrás. Porque si no se valora, va perdiendo autonomía, distante y aburrido. Aunque el amor no se pueda ver físicamente, se presente espiritualmente todos los días, en cada parte de ti. La belleza en un futuro dejará de ser importante, somos energía y materia, tú serás otra.

Cuando llegó a su casa, había una carta en la mesa. No tenía remitente.

"Yo no escribo para el viento, solo tatuo de mí tus pensamientos. Enciendes la llama en cenizas que ya no hacen más que un hasta luego. Y te sueño cuando de locos hablan los cuerdos. 
Puedo decir que hay noches frías pero esta soledad va congelando mi cuerpo. Trovador de historias de verano que hace de años no pasa el amor por aquí. Si de mi calle fuera mártir, de mis pecados sería el más santo de todos.
Por qué no bucear en esos momentos cuando no te medicas y puedo rozar con mis faltas dialécticas graves tus ojos. Es que mi más letal espada se desenvaina con la forma de leerme de querer...
Hoy por qué mentir que desearía que me cantes al oído y saber que existo en tu ruido de esos que solo sabes a la nota llegar de vez en cuando. Tal vez en tanto se dispersen los cuerpos y sean las sombras que en segundos pierden su juego. A oscuras en mentiras que si no hay deseos, seguirías queriendo decir mil te quieros, sin que todo lo cerca y lejos en cuatro paredes sea nuestro.
Aférrate a la vida y tus ganas carnales, aférrate a los que se sientes y si puedes un rosario para el día de luto, después del duelo. Yo ya no paso por la misma calle y duermo en la misma cama. Una que espera ser desordenada y mojada antes de dormir.
Y sin tener naves, puedo llevarte al mejor vuelo, la de mi imaginación."

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No sabía quién era, pero parecía como si la conociera, pero no era así.

Era un sueño, que tal vez en un futuro cercano pasará.

Dia 2

Guardarte las cosas no hace bien. 
Ermitaña, hasta el punto de odiar la soledad.
Persona de pocos amigos.
Soy adaptable por un tiempo.
Luego me alejo...
Todo se conecta, todo regresa.
Intensa, inconstante.
Me aburro rápido y al final no queda nada.
Invento conversaciones que nunca pasarán, frente al espejo.
Muecas y expresiones que no puedo controlar.
Me gusta bailar sola en mi cuarto.
Planificadora, aunque ahora prefiero la espontaneidad.
Atea con insomnio.
Adicta al cine.
Escritora frustrada.
Soñadora por don y excelencia.
y morir joven.