Break

Pareciera como si el mar no tuviera contraste con el cielo, como si no hubiera línea divisoria y fuera una manta bordada por una lluvia de cristales que se mueven en ondas de forma diagonal a 27 grados.
Sin dejar de lado a una ausente palmera, joven y atractiva observando el conflicto entre estos dos elementos y justo en la copa, la línea divisoria se asoma.

Malecón de Miraflores, Octubre, 2014

Catarsis 1

No dormía hace 45 horas. Ya había tomado mi trío de pastillas y logré conciliar el sueño. Topiramato y Quetiapina a las 3pm. Estaba leyendo un artículo que me pareció muy interesante, se trataba acerca de la importancia del arte en estos tiempos. Estaba escuchando "On Melancholy Hill" de Gorillaz, y me pareció perfecto la trama. Hace tiempo no cuadraba algo en mi vida y estas dos cosas me daban equilibrio emocional. Arte y música. Lo único que me salva ahora. 
Abro un filete de atún enlatado y le quito el aceite. Me corto el pulgar y veo salir sangre. Coloco el atún en un envase de vidrio, exprimo la mitad de un limón mientras el corte de mi pulgar arde como piel en llamas. Me tumbo hacia atrás y me preguntó, ¿será el sueño? ¿serán las pastillas o el limón? Veo todo al revés, veo un bosque, un cuarto blanco. Luego me voy caminando al mío mientras cierro lo ojos. Veo cosas y voy caminando lento. Echada miro al techo y cierro los ojos. 
Veo una serie de episodios, donde estoy con cinco personas diferentes, hombres distintos. Y yo soy cinco personalidades diferentes, con cinco vestidos distintos.

Domingo


Hasta el aire es efímero, trabaja con una inmediatez inevitable. La sensación de sentir, imaginar, pasa a medio plano. Capturar momentos o circunstancias y poder reciclarlas las veces que queramos. A veces queremos que se detenga el preciso instante cuando recordamos más los momentos que a la persona misma y solo optamos por sonreír. Retroceder el tiempo y revivir esas cosas tan pequeñas e insignificantes que nos hacían felices y no lo sabíamos.

I see dead people

Fue una semana entera. Como la explosión del Bing Bang. Las historias pasaban fugazmente sin dejar huella. Ni recuerdo la semana pasada, no se si pasó tan desprevenida o estuve distraída. Desperté y me dolían los ojos, no por haber llorado. Me quedé pegada mirando el piso. Mi cara al borde de la cama viendo una polera que decía "I see dead people", y por un instante pensé que estaba muerta. Me había acostado tarde, me había quedado dormida leyendo el libro "Mujeres que aman demasiado". Prendí mi laptop para ver la hora, seis de la mañana en punto. Me preparé un café, caminé descalza hacia el balcón y encontré un wiro por terminarse. Sentía que me miraba, me acechaba. Había pensando en dejarla después de la semana pasada y ahora estaba viéndola ahi. Tan triste, tan sola y consumida, como muchas cosas en mi vida, pero tan hermosa y diferente. Simplemente la maté mientras tomaba ese café, el festín acostumbrado de todas las mañanas. Me puse el enterizo y encima la polera de "I see dead people". Manejé stone escuchando Arctic Monkeys, como siempre. Me estacioné. Entré al camerino. No había nadie. Me sentí relajada y al mismo tiempo extasiada. Mis sentidos me aclamaban libertad mientras caminaba por el borde y me sumergí en el agua, me quité todo lo que me afixiaba, estaba desnuda mentalmente. Me senté en lo más hondo, me quité los lentes, abrí los ojos. No había nada más que el silencio, el agua y mi piel encendida sin que nadie lo toque. 

Soledad

Las noches son hermosas. Hay de esas noches que los usas para alimentarte de información.  Y otras en las cuales un beso no es suficiente, nadie lo es. De hecho, esas son las noches que intento postergar, y postergar.
Debe haber más de uno que prefiera la noche fría y sola, o ni tan sola.
Las primeras son las que más van conmigo. Me gusta estar sola, un poco meláncolica y taciturna porque después de haber estado sola, la próxima compañía suele ser deliciosa. Noches donde la tristeza va inexorablemente unida al arte.

Pero asi no son todos, somos algunos los privilegiados. Casi nadie puede estar solo. Confundimos amor con estar acompañado.
...

Ana y Mia

..{...

Mis padres decidieron separarse por fin después de una década de problemas extra matrimoniales por parte de él. Existen mujeres, madres; mujeres madres y esposas que al mismo tiempo define ser una mártir. Mi madre fue una de ellas. Se podría decir que alenté un poco a esa separación, como una porrista pero sin coreografía. Mi padre la supo hacer linda, no podría decir lo mismo ahora.
Dos semanas después de la separación definitiva, regresaba de la universidad como de costumbre. Recuerdo mi pantalón pitillo rosado pastel y un polo gris un poco ancho, me hacia ver más delgada de lo que era. Llegué a mi antigua casa en Miraflores y recibí la terrible noticia. Un avión me esperaba a las 6pm, puse en mi mochila un vestido negro, unas converse rosadas y salí volando.
No esperaba ver a mis padres juntos desde la separación, pero lo estaban. Todos rezaban por mi abuela, y yo le rogaba a Dios que mis padres no vuelvan a juntarse. Mientras los miraba de reojo, mi madre se hizo la loca y fue a sentarse con un grupo de señoras cucufatas y rajonas que nunca había visto en mi vida. Mi abuela no tenía amigas, así que supuse que fueron de chismosas.
Ni más, ni menos, acabó entre lágrimas fingidas y miradas escondidas debajo de lentes de sol. Mi madre me preguntaba sobre mis clases en la universidad y yo pensaba en cómo me gustaría el festín de mi muerte. En mi caso, hubiera hecho una fiesta de electrónica con mucho alcohol y marihuana. Regresé a Lima, después de que mi padre me dijo que era una alcohólica y drogadicta, como si me hubiera estado leyendo la mente en el velorio. No me ofendí, no era cierto, pero mi madre lo mandó a recoger los excrementos del perro, o sea a la mierda, y le agradecí a Dios porque escuchó mis ruegos.
No me afectó la muerte de mi abuela, esa abuela no quería a nadie. No me afectó la separación de mis padres, igual ya no tenía arreglo, pero igual me deprimí y dejé de comer por semanas. 
Según mi psico-analista, por no decir psiquiatra, "analista" suena más bonito y a mi que me gusta analizar a "las gentes", quedaba bien conmigo. F.M me insistió que era una situación delicada que no quería aceptar. "Tienes todos los síntomas", me decía. "Bueno, te voy a recetar estas cosas, te va a caer bien, vas a poder dormir y estarás feliz, te vas a sentir un poco drogada nomás ¿qué te parece?". Claro que me pareció excelente, mi padre hubiera estado orgulloso.
F.M me recomendó hacer cosas extra-curriculares y que no me preocupara mucho por mi carrera de Derecho. Entonces comencé a escribir bastante, dibujar guitarras, escuchar buena música y leer novelas y no precisamente novelas, sino también blogs en internet. Buscaba temas interesantes, desde cocina japonesa hasta razas de perros. Me quedé pegada con un blog que encontré "Mis amigas Ana & Mia", no trataba exactamente sobre cocina, más bien creo que estaban en contra. Para los que no saben, Ana y Mia son el diminutivo de "anorexia y bulimia" y el blog era una incentivación para muchas adolescentes. Y la historia recién comienza ahí.

M.G


Los días pasan como pasan muchas cosas en la vida. Vivimos por inercia, como un reloj. Te preguntas si eres buena hija, si eres buena amiga, te preguntas si a veces eres demasiado fría con los que te quieren y se preocupan por ti. Te preguntas si eres buena en algo o si tienes talento para algo. Ese preciso instante que el reloj, que ya quieres cambiar hace tiempo, se detiene y te da miedo a no encontrar la respuesta. Luego tomaste dos Clonazepan para dormir y no despertar en 3 días. Te cuestionas tu talento para redactar, para ser una buena escritora. Ambas cosas te resultan cada día más lejanas y perdidas. Prendes la computadora, rozas las teclas con tus dedos mientras una hoja en blanco espera mucho de ti. No sabes con que palabra comenzar y dices, bueno, escribe algo original. Buscas ideas, tomas el libro que dejaste sobre la mesa de noche, pero no se te ocurre nada, y terminas escribiendo sobre tu vida, no porque sea interesante, sino porque es lo más fácil. Sabes que a eso no puedes llamarle talento. Ni aquí ni en Paris, pero tienes un blog desde el 2009. En las épocas de Hemingway y la pareja escritora Fitzgerald me hubieran considerado un fracaso, yo, alguien a quien quizá deberían haber mandado al hospital psiquiátrico Highland de Carolina del Norte para morir incendiada, en vez de Zelda Fitzgerald. Bueno, tal vez no tanto, pero crees que una escritora como Gertrude Stein, o Julio Cortazar,  si se burlarían achinando los ojos. También te polemizas tu amabilidad, cuando lo que te nace y te hace sentir cómoda es estar en silencio, sin hablar con nadie. Y cuando hay alguien frente a ti no sabes si mirar, escuchar o hacer ese gesto de "no me importa de lo que estés hablando" y sonríes. Te preguntas si hay alguien que piensa igual a ti, y hace las mismas cosas que tú. Te gustaría debatir sobre cine, arte y sobretodo personajes que se te vienen a la mente sin poder escribir todo a la vez porque sigues mirando una hoja en blanco que espera mucho de ti.

La historia que logré escribir se trata de una niña de 14 años que conocí en internet. Ambas teníamos una sola en común. La salvé o creo que ella me salvó más a mi... {...