Primera vez

Como niños jugábamos a jugar. Recuerdo que fueron dos copas de vino tinto y nada más. Y el silencio encontró el mejor momento para poder mirarte sin temblar. Las mariposas en mi estómago estaban siendo asesinadas por el sabor etílico de tu saliva.

La adrenalina corría por mis venas, el éxtasis de tus manos sobre mi cuerpo que bordeaban mi cintura y llegaba hasta mis senos. Y sin previo aviso, me penetraste y pude ver mas allá de las estrellas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario