Cuento francés del siglo 21

Había una vez un pan francés llamado Don Fermín.
Don Fermín solía tomar sol en la ventana de la cocina para conservarse fresco.
Don Fermín acompañado de su hijo Migajito no usaban bloqueador.
Ambos tenían la suerte de no ser degustados por los patrones e invitados.
Un día, la fe de Don Fermín fue puesto a prueba.
Pues, Migajito iba a ser devorado por un sujeto que buscaba sin reparo algún alimento que satisfaga su estómago rugiente, tal cual un león hambriento.
Don Fermín saltó de la alacena a la mesa haciendo uso de sus cualidades heroicas que por cierto no dieron resultado.
Cracjhfdck!, Don Fermín se fracturó la cadera izquierda.
Migajito no pudo ser rescatado de las manos de aquel hombre que manoseaba y arruinaba su bronceado.
Migajito fue sumergido en un taza con leche chocolate caliente.
Don Fermín quedó parapléjico.
Colorín colorado, el sujeto hambriento su cena ha acabado.

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